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Channel: GORKA ZUMETA - Consultor y Formador
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Entrevista a Andrés Madrigal (I)

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“Siempre cocino con la radio puesta”

Andrés, permanente sonrisa en la boca
El primero que se sorprendió, probablemente, cuando le invité a mi modesto blog, fue él. “¿Y qué pinto yo ahí?” –se preguntaría-. Pues lo mismo que yo en uno de tus restaurantes: opinar. En esta serie de entrevistas, que se van acercando a la cincuentena, y de las que estoy –permítaseme- muy orgulloso, me faltaba la figura de un oyente, y Andrés encaja perfectamente en esta condición. Ha sido toda su vida un gran consumidor de radio, desde pequeñito, y sus recuerdos se agolpan en su cabeza. Pero lo que más me agrada escuchar de su boca es que oye la radio mientras cocina, con lo que, rápidamente, he establecido la relación y puedo concluir que alguna parte, por ínfima que sea, del éxito incontestable de su cocina lo tiene la radio (la música), que forma parte sin duda de la inspiración que se suma al oficio y al conocimiento. Andrés ha nacido fuera de su tiempo, porque estoy convencido de que es un hombre del Renacimiento. Hubiera hecho buenas migas (literal y figuradamente) con Leonardo da Vinci, porque su cultura participa casi de tantas disciplinas como las del italiano. Su figura es conocida, y reconocida, por su dominio de los fogones, pero Andrés Madrigal es mucho más que un Chefreputado, es escritor, es fotógrafo, es escritor, es naturalista, es experto en músicas del mundo, aparte de coleccionista de estrellas (Michelin). Para un donostiarra como yo, que renueva su entusiasmo, casi infantil, con cada plato que llega a la mesa de un buen restaurante, que aprecio más la cocina desde que conocí a ese simpático minichef de Ratatouille, cuya banda sonora utilicé en mis secciones de cocina, con mi también amigo Rogelio Barahona, conocer a Andrés en Radio Madrid fue un indescifrado placer, porque además, es fácil congeniar con él… ¿será porque, efectivamente, es un hombre del Renacimiento? Les dejo con él, sus recuerdos y reflexiones en torno a la radio. 

-¿Cómo definirías tu relación biográfica con la radio?

-La radio siempre ha estado presente en mi vida, aunque  mi momento de gloria en las ondas llega de la mano de Alberto Granados. Él es quien me llama para poner música en su programa “A Vivir que son dos días Madrid”, en la Cadena SER, en el que he estado participando hasta que me he venido a vivir a Panamá. Ha sido una experiencia muy bonita, sin duda. Sin embargo, mi primer recuerdo de radio está ligado a Asturias, la tierra de mi madre. Allí estuve participando, cuando solo tenía 12 añitos, en un programa de radiofórmula de esos en los que los enamorados se dedicaban canciones. La emisora se llamaba Radio Caracol, o algo así. Hace tantos años que ni me acuerdo.



Mi infancia son recuerdos de
una radio sonando de fondo.

-¿Conservas recuerdos relacionados con la radio en tu casa?

-Desde luego. El transistor sonando en casa de mis padres por la mañana es uno de esos recuerdos que me acompañará siempre. La radio es parte de la vida cotidiana de las familias. El compañero invisible que siempre estaba ahí, regalándonos sorpresas, músicas. La llamada de los boletines de noticias, las señales horarias, los domingos de quiniela, el Carrusel Deportivo, la radio sonando en el coche… La radio es parte de mi educación sentimental, qué duda cabe. Cuando los primeros walkman llegaron a España, me encantaba grabarme la música que programaba Ramón Trecet en el mítico “Diálogos 3. Y en mi recuerdos radiofónicos siempre estarán locutores legendarios como Cifu y su “Jazz porque sí”, el desaparecido Joaquín Luqui y su “Tres, dos o uno, tú y yo lo sabíamos”, el Jesús Ordovásde “Esto no es Hawai” y de “Diario Pop”, Diego Manrique desde “El ambigú”,  el fascinante “Plásticos y Decibelios” de Julián Ruiz, o el enorme “Discópolis” de José Miguel López.

Madrigal, fotógrafo. Panamá, tempranito,
un domingo de junio
“No me gustan las noticias en la radio”

-¿Qué escucha, habitualmente, Andrés Madrigal cuando pone la radio?

-Música, sobre todo. No me gusta escuchar las noticias en la radio, prefiero las entrevistas, los magazines… pero las noticias no. Me gustan las entrevistas, la radio divulgativa, la radio fresca.

-¿A través de qué dispositivos, analógicos o digitales, escuchas la radio?

-Hoy por hoy, cada vez es más raro ver a alguien con un aparato de radio encendido. Yo suelo escuchar la radio en el coche y en el ordenador.

-¿Te bajas programas en podcast al iPad o Smartphone…?

-No. Si escucho la radio en el ordenador, siempre lo hago online. No me apaño con los podcasts, ya tengo suficiente con tener ordenada la música que descargo del Itunes.

-¿Cocinas con la radio puesta?

-Siempre.

-¿Qué programa te gustaría escuchar en la radio, que no has encontrado todavía?

-¡Uno hecho por mí! También me gustaría poder escuchar una radio más viva y libre, menos esclava de la publicidad


La radio y la cocina comparten el trabajo por el placer ajeno

Autoría doble de Andrés
Madrigal: plato y fotografía
-¿En qué se parece la radio a la cocina? ¿Hay parecidos?

-Sí, Gorka. Al igual que cuando cocinas, cuando haces radio nadie te ve. Elaboras un producto en el que pones tu alma y tu empeño, pero lo haces en la sombra, un poco en secreto, sin que nadie se inmiscuya. Una vez terminado el plato o el programa, la recompensa llega en forma de las sonrisas de satisfacción del que ha degustado tu trabajo. Para mí, esa es la gran analogía entre cocinar y hacer radio. Los profesionales que nos dedicamos a ello trabajamos con una materia prima preciosa: el placer ajeno. Nuestra misión es conseguir hacer felices a aquellos que nos eligen. Lo efímero del resultado es lo que nos engancha. Necesitamos seguir haciendo lo que nos gusta para vivir. Y lo que nos gusta es que lo que hacemos les guste a nuestros oyentes y deleite a nuestros comensales.

Continúa...

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