Huérfanos de radio
Me acabo de enterar de que hoy mismo, viernes 12 de julio de 2013, concluye su andadura el programa “Morning 80’, de M-80 Radio, que dirigía y presentaba el bueno de Miquel Coll. Se han despedido en antena como caballeros, con el ánimo bien alto; aunque, por dentro, circule una procesión diferente, agria, un sentimiento encontrado, inexplicable, sobre todo después del crecimiento del morning en el último EGM, y la subida progresiva de la audiencia de esta cadena musical de Prisa Radio, en la que ha tenido mucho que ver, cómo no, el éxito acumulado por su programa matinal.
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Falta un minuto para decir adiós... ¡hasta siempre! |
Siempre es duro despedir un programa, sé de lo que hablo. Pero también es cierto que, cuando uno muere, otro nace. 338.000 oyentes, según el último EGM se quedan huérfanos de la radio de este morning que empezó a dos voces –con Javier Penedo- y más tarde se quedó solo Miquel Coll. Inevitable recordar los precedentes de ese tiempo de radio, Gomaespuma y el ‘No somos nadie’, de Pablo Motos, el verdadero trampolín de este pequeño tipo tan brillante.
Hoy han hecho un programa despedida, con todos los colaboradores. Resulta paradójico que la primera edición y la última se parezcan tanto, y el ánimo sea tan diferente. En el primero, todos se reúnen para mostrar lo que quieren ser y en el último todos vuelven a reunirse para mostrar lo que han sido. En el camino se han sentado 879 veces en el locutorio para hacer otros tantos programas y acompañar a miles de personas en su despertar, regalándoles una sonrisa. Un esfuerzo que en radio, hoy en día, se ve recompensado de inmediato a través de las redes sociales y que antaño percibíamos a través de cartas y llamadas.
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Qué mejor forma de despedirse que con un blues, cantado por Iñaki de la Torre |
Pero la fugacidad de la radio, que casi siempre es cruel, como la vida misma, hará su efecto inmediato, tanto en quienes formaban parte del equipo, como entre los oyentes. Pronto se olvidará, y formará parte del recuerdo de unos pocos, y de algunos currículos. Y vendrán otros programas, y es posible –ojalá- que escuchemos algunas voces familiares, que nos vuelvan a acompañar desde otro programa.
A todos, con Miquel a la cabeza, mi abrazo. Sé por lo que estáis pasando, pero pensad que tras este varapalo, otros mundos se abrirán. ¡Seguro!